Biografía de José Yves Limantour: El mago de las finanzas porfiristas

Pocos hombres ejercieran tanta influencia en el gobierno de Porfirio Díaz como José Yves Limantour. En esta breve biografía hablaré de los aspectos más destacados de su vida.

¿Quién fue José Yves Limantour?

José Yves Limantour Marquet, fue un distinguido político mexicano que adquirió fama durante el Porfiriato, cuando se hizo jefe del grupo conocido como los Científicos (los Cien Tísicos, de acuerdo con sus adversarios políticos), y ministro de Hacienda desde 1893 hasta la caída del Porfiriato.

Nació el 26 de diciembre de 1854 en la Ciudad de México, y falleció en París, Francia, el 26 de agosto de 1935.

La historia lo recuerdo principalmente por ser el mago de las finanzas del régimen porfiriano, y quien logró el primer superávit en la historia de México, permitiéndole al país emprender diversas reformas y vivir con cierta holgura económica.

Además de ser considerado el jefe del grupo de los científicos, se sabe también que fue consejero cercano del presidente Porfirio Díaz, quien lo escuchaba de manera atenta, al menos en materia económica, ya que en términos políticos Limantour resultó ser más una herramienta que una influencia.

Se le consideró un «presidenciable» desde 1899, cuando se pensó en un posible triunvirato entre él, el general Bernardo Reyes y el propio Porfirio Díaz. Sin embargo, este último maniobró hábilmente para deshabilitar a ambos personajes.

Sin duda, José Yves Limantour fue uno de los personajes más icónicos del Porfiriato.

Contexto familiar de José Yves Limantour

Proveniente de un linaje enraizado en la historia marítima, los padres de José Y. Limantour fueron Joseph Yves Limantour, un hábil capitán de goleta oriundo de la región de Bretaña, Francia, y Adela Marquet, cuyo lugar de nacimiento fue la ciudad de Burdeos, también en la antigua Galia.

Desde temprana edad, Limantour disfrutó de los beneficios de una considerable riqueza familiar, cuyo sustento derivaba de diversas fuentes, entre las que destacan la venta de armas, la especulación con tierras en la región de Baja California y la posesión de inmuebles estratégicos en la Ciudad de México.

Estos activos patrimoniales se consolidaron durante el período de desamortización de bienes de la Iglesia, el cual fue instaurado bajo los mandatos de los presidentes Benito Juárez y Sebastián Lerdo de Tejada.

Aprovechando la holgura financiera que le brindó esta situación, José Yves Limantour disfrutó de todas las facilidades para emprender una formación académica de excelencia, tanto en su natal México como en destinos extranjeros.

Este privilegio educativo le permitió desarrollar una visión amplia y cosmopolita, enriqueciendo su perspectiva con un enfoque internacional que trascendió las fronteras de su país.

Asimismo, cabe destacar que su herencia familiar, aparte de facilitarle una educación de calidad, moldeó su trayectoria profesional y política. Al contar con sólidas bases económicas y conexiones influyentes, Limantour pudo consolidar una carrera política y gubernamental que marcaría un hito en la historia de México.

De esta manera, no resulta raro que se codeara con los personajes influyentes de México, entre ellos Manuel Romero Rubio, suegro de Porfirio Díaz, quien fundaría la Unión Liberal en 1892, y que sería el parteaguas para el nacimiento del grupo de los científicos, tristemente célebres.

Los inicios de José Y. Limantour en política

Limantour se destacó desde joven por su inteligencia y facilidad para las tareas académicas e intelectuales, lo que le permitiría incursionar en la vida pública a temprana edad.

Teniendo en cuenta lo anterior, no resulta raro enterarse de que Limantour completó la preparatoria y la carrera de derecho en la mitad del tiempo que sus compañeros. Al regresar de Europa a finales de 1876, fue nombrado catedrático en las escuelas de comercio y jurisprudencia.

Paralelamente, este joven Limantour se desempeñó como redactor en «El Foro», un periódico de jurisprudencia donde publicaba artículos sobre política y economía. Además de estas participaciones, Limantour aprovechó la plataforma para que le daba El Foro para criticar la administración del presidente Manuel González.

El gobierno federal reconoció su capacidad profesional y lo invitó a participar en comisiones para estudiar temas fiscales, de comercio internacional y la problemática de la depreciación de la plata. Además, el gobierno del Distrito Federal lo nombró su representante en la reunión nacional de 1883 para analizar el problema de las alcabalas.

Para 1890, Limantour ya contaba con experiencia política como miembro destacado del ayuntamiento de la capital, integrante de la Junta Directiva para las obras y administración del desagüe del Valle de México y diputado al Congreso de la Unión desde 1880. Como legislador, presidió la Cámara de Diputados en tres ocasiones y participó en comisiones de presupuesto, comunicaciones e instrucción pública.

Hay que hacer hincapié en que la trayectoria política de Limantour se vio impulsada no solo por sus grandes capacidades, sino también por la fortuna familiar y las conexiones políticas de su padre, quien había establecido una buena relación con Porfirio Díaz.

En 1892, Limantour y un grupo de jóvenes profesionistas formaron «La Unión Liberal» de la mano de Manuel Romero Rubio, una organización política que buscaba instaurar principios democráticos en México. Aunque apoyaron la reelección de Díaz, el presidente no aprobó la formación de un partido político independiente y disolvió la Convención.

Sin embargo, Díaz reconoció el talento individual de los miembros de «La Unión Liberal«, incluyendo a Limantour, y les ofreció cargos en su gobierno. Fue en este contexto que Limantour ingresó a la Secretaría de Hacienda en mayo de 1892 como oficial mayor de Matías Romero, con la promesa de que pronto asumiría la dirección del ramo. Un año después, en mayo de 1893, fue nombrado ministro titular de Hacienda.

La designación de Limantour como Secretario de Hacienda fue resultado de una combinación de factores: su capacidad técnica y experiencia en asuntos hacendarios, su posición social y las conexiones políticas de su familia, el apoyo del grupo de los «científicos», que abogaban por una administración «científica» del gobierno, y la necesidad de Díaz de fortalecer sus vínculos con los grupos económicos del centro del país, representados por Limantour.

A partir de este momento, Limantour se convertiría en una figura central del regimen porfiriano, consolidando las finanzas públicas y llevando a cabo una serie de reformas que impactaron profundamente la economía mexicana.

Principales reformas y acciones de Limantour como Ministro de Hacienda

Después de más de medio siglo de inestabilidad política, social y económica, Limantour (y quienes le antecedieron) se enfrentaron al difícil reto de normalizar la balanza comercial, y de dar bases sólidas sobre las que la incipiente economía mexicana pudiera sostenerse.

Por ello, José Yves Limantour, durante su gestión como Ministro de Hacienda de 1893 a 1911, implementó una serie de reformas y acciones cruciales que transformaron la economía mexicana. Su enfoque se centró en sanear las finanzas públicas, promover el desarrollo económico y fortalecer el poder del Estado.

A continuación, se detallan las reformas y acciones más importantes:

1. Reforma fiscal y abolición de alcabalas

José Yves Limantour heredó un sistema fiscal anticuado y dependiente de los impuestos al comercio exterior. Para modernizarlo y ampliar la base de ingresos del gobierno, llevó a cabo una profunda reforma fiscal que incluyó:

• Ampliación del Impuesto del Timbre: Siguiendo los pasos de Matías Romero, Limantour impulsó una serie de decretos entre 1892 y 1893 para aumentar los ingresos ordinarios. Se crearon impuestos a la propiedad minera, compañías de seguros, bebidas alcohólicas, tabaco labrado, hilazas y tejidos, donaciones y herencias.
• Abolición de las Alcabalas: En 1896, Limantour logró la aprobación de una reforma constitucional que prohibía a los estados el cobro de impuestos sobre la circulación de mercancías, eliminando así las alcabalas, un obstáculo para el comercio interno. Para compensar a los estados por la pérdida de ingresos, se les incentivó a potenciar las contribuciones directas, como impuestos sobre profesiones, patentes, predial, herencias y sucesiones.
• Creación de Cámaras de Comercio: En 1908, promovió la creación de Cámaras de Comercio para mejorar el control gubernamental sobre el comercio organizado y combatir la defraudación fiscal.

Las reformas fiscales de Limantour permitieron al gobierno federal aumentar sus ingresos y reducir la dependencia de los impuestos al comercio exterior. No obstante, algunos autores critican su enfoque centralizador que limitó la autonomía financiera de los estados.

2. Reorganización de la deuda pública

Al asumir el cargo, Limantour se enfrentó a una grave crisis financiera provocada por la depreciación de la plata y una creciente deuda pública. Para resolver esta situación, implementó las siguientes medidas:

• Conversión de Deuda Flotante: Entre 1893 y 1894, negoció la conversión de la deuda flotante (a corto plazo) en bonos a largo plazo, aliviando así la presión sobre las finanzas públicas.
• Reorganización de la Deuda Externa: A través de la «Deuda exterior mexicana del cinco por ciento» en 1899, consolidó la deuda externa, reduciendo las tasas de interés y mejorando el crédito internacional de México.
• Reforma Monetaria: En 1905, implementó una reforma monetaria que estableció el patrón oro, lo que fortaleció la moneda mexicana y facilitó la obtención de préstamos internacionales.

La gestión de la deuda pública por parte de Limantour fue fundamental para estabilizar la economía mexicana y atraer inversión extranjera. Su habilidad para negociar con acreedores internacionales le valió el reconocimiento como un financiero astuto.

3. Fomento al desarrollo económico

Limantour creía en la importancia del desarrollo económico para el progreso de México. Por ello, se concentró en que sus políticas se enfocaran en diversos aspectos cruciales, como los siguientes:

• Promoción de la Inversión Extranjera: Facilitó la entrada de capitales extranjeros, especialmente en sectores como la minería, ferrocarriles e industria. Sin embargo, se le critica por haber favorecido a los inversionistas extranjeros por encima de los nacionales, así como a los capitales europeos sobre los estadounidenses.
• Expansión Ferroviaria: Impulsó la construcción de nuevas líneas férreas y la nacionalización de las principales compañías ferroviarias, creando Ferrocarriles Nacionales de México en 1907.
• Desarrollo de Infraestructura: Invirtió en la construcción de puertos, carreteras, alumbrado público y otras obras de infraestructura que modernizaron el país.
• Creación del Sistema Bancario: Promovió la Ley General de Instituciones de Crédito en 1897, que sentó las bases para un sistema bancario moderno y regulado.

Las políticas de desarrollo económico de Limantour contribuyeron al crecimiento económico de México durante el Porfiriato. No obstante, se le acusa de haber concentrado la riqueza en manos de las élites y de haber descuidado el desarrollo social, dando con ello motivos de burla en diarios de oposición, que lo tachaban a él y a su círculo, como acaparadores corruptos.

4. Fortalecimiento del Estado

José Yves Limantour era un defensor de un Estado centralizado y fuerte. Sus acciones como Ministro de Hacienda reforzaron el poder del gobierno federal:

• Centralización de las Finanzas Públicas: Concentró el control de los recursos financieros en la Secretaría de Hacienda, limitando así la autonomía de los estados.
• Reorganización Administrativa: Modernizó la administración pública, combatió la corrupción y profesionalizó el servicio civil.

Las medidas de Limantour para fortalecer el Estado contribuyeron a la estabilidad política del Porfiriato. Sin embargo, este enfoque centralizador también generó descontento entre algunos sectores de la sociedad.

El papel político de José Yves Limantour durante el Porfiriato

Si bien José Yves Limantour se dio a conocer como el mago de las finanzas que provocó el primer superávit en la historia de México, lo cierto es que su suerte y sus habilidades en el plano político no estuvieron a la altura de sus destrezas financieras.

También es menester admitir que, bajo la sombra de Porfirio Díaz, era imposible que político alguno medrara en ese espinoso ámbito, por leal que se mostrara al presidente, ni por habilidoso que fuera.

Posiblemente la relevancia política de Limantour comenzó a hacerse más patente a partir de 1899, cuando su nombre se mencionó como probable sucesor de Porfirio Díaz, junto al general Bernardo Reyes.

A pesar de su éxito como Ministro de Hacienda, Limantour siempre negó tener ambiciones presidenciales. En sus «Apuntes sobre mi vida pública», afirmó que su interés se centraba en las finanzas y que no se consideraba un político. Sin embargo, su posición, influencia y talento lo convirtieron en una figura inevitable en las especulaciones sobre la sucesión de Díaz.

La posible sucesión de Limantour se vio obstaculizada por su origen francés. Aunque la Constitución de 1857 permitía que los nacidos en México ocuparan cualquier cargo, la opinión pública y algunos sectores políticos, incluyendo a Joaquín Baranda, se oponían a que un hijo de extranjeros llegara a la presidencia, por lo que sus opositores le atacaron ferozmente a través de diversos artículos periodísticos.

El «Pacto de Monterrey» de 1899, un acuerdo entre Limantour y Reyes para apoyar la reelección de Díaz y buscar la sucesión en el futuro, evidenció las aspiraciones políticas de ambos. Limantour conseguiría la anuencia de Reyes a cambio de nombrarlo Secretario de Guerra y Marina.

Sin embargo, Díaz, maestro en el arte de la manipulación política, utilizó este pacto para sus propios fines. Envió a Limantour a Europa durante la cuarta reelección con el pretexto de revisar la deuda externa, mientras descartaba su candidatura por su nacionalidad francesa.

El episodio de 1899 revela la astuta estrategia de Díaz para perpetuarse en el poder. El presidente fomentaba la rivalidad entre Limantour y Reyes para debilitar a ambos y presentarse como el único candidato viable. Díaz jugaba con la ambición de sus potenciales sucesores, manteniéndolos cerca pero a la vez divididos.

La creación de la vicepresidencia en 1904, impulsada por Limantour y otros «científicos», se interpretó como un paso para asegurar una sucesión ordenada y evitar conflictos. Limantour apoyó la reforma, considerándola crucial para la vida democrática del país. No obstante, su negativa a postularse como vicepresidente, argumentando que no deseaba ocupar cargos políticos, alimentó las suspicacias sobre sus verdaderas intenciones.

A pesar de las negativas de Limantour, algunos sectores lo veían como el candidato natural del grupo de los «científicos» para suceder a Díaz. Su influencia en el gobierno, su capacidad administrativa y su visión modernizadora lo convertían en una figura atractiva para las élites.

Las tensiones entre Limantour y Díaz se ahondaron en los últimos años del régimen. La entrevista de Díaz con James Creelman en 1908, donde el presidente insinuaba su intención de retirarse y abrir el camino a la democracia, generó expectativas que luego se vieron frustradas. La decisión de Díaz de reelegirse en 1910, junto con la imposición de Ramón Corral como vicepresidente, decepcionó a Limantour y a los «científicos».

Durante la Revolución Mexicana, Limantour jugó un papel importante en las negociaciones con Francisco I. Madero. Intentó salvar lo que se pudiera del régimen porfirista, buscando concesiones de los maderistas e incluso obstaculizando su avance en algunos momentos. Finalmente, Limantour renunció a su cargo y partió al exilio junto con Díaz en mayo de 1911.

En sus «Apuntes», Limantour defiende su gestión como Ministro de Hacienda y justifica su actuación política durante el Porfiriato. Busca reivindicar su figura y la del régimen porfirista, argumentando que sus acciones se guiaron por el bien del país.

Ideas finales sobre José Yves Limantour

Como podemos ver, José Yves Limantour fue un personaje sumamente destacado de la etapa porfirista, y que ejerció tremenda influencia en el devenir de la misma, y del país mismo.

Sus innegables habilidades financieras, aunque controvertidas por sus detractores, pusieron a México en el camino de la estabilidad económica.

Si bien sus habilidades políticas no se encontraron igual de desarrolladas que las financieras, lo cierto es que no había manera de superar la sombra del presidente Díaz, quien con puño de acero gobernó durante 30 años los destinos de México.

Preguntes frecuentes sobre José Yves Limantour

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Fuentes y referencias

• Limantour, José Yves. Apuntes sobre mi vida pública (1892-1911). Biblioteca Virtual Antorcha, 2009.
• Ludlow, Leonor. Principales leyes, decretos y reglamentos 1868-1910. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2002.
• Salmerón Castro, Alicia. «Proyectos heredados y nuevos retos. El ministro José Yves Limantour (1893-1911).» En Los secretarios de Hacienda y sus proyectos (1821-1933), coordinado por Leonor Ludlow, 175-210. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2002.
• Quintanar, Iliana. El pensamiento económico de José Yves Limantour (1892-1911). Economía, Vol. XXXVIII, N° 76, 2015.
• Carmona, Doralicia. «José Ives Limantour.» Memoria Política de México.
• «José Yves Limantour.» Wikipedia, la enciclopedia libre. Última modificación 23 de febrero de 2023.
• «El ministro de las finanzas: José Yves Limantour.» YouTube. Canal CEHM Fundación Carlos Slim.

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