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La Escuela Militar de Aspirantes del ejército porfirista

La Escuela Militar de Aspirantes del ejército porfirista

La Escuela Militar de Aspirantes fue una institución dedicada a formar a los oficiales del ejército federal durante el Porfiriato.

En este artículo exploraré sus características y objetivos. Sigue leyendo para saber más sobre esta institución del Porfiriato.

Introducción: Deficiencias del ejército porfiriano

El ejército porfiriano enfrentaba problemas de diverso tipo que lo afectaban profundamente como corporación: los bajos sueldos, la escasa moral de la clase de tropa, la fragmentación de los cuerpos en las zonas militares de la República, la leva, su reducido número de efectivos y un largo etcétera.

Esto llevó al general Bernardo Reyes a escribir un par de tratados: Las Conversaciones Militares, y el Ensayo sobre un nuevo sistema de reclutamiento, con el fin de moralizar y mejorar al ejército porfiriano.

Entre los problemas que plagaban a la citada corporación armada, tenemos la de la escasez de oficiales, pues el Heroico Colegio Militar graduaba un promedio de 150 oficiales al año, muchos de los cuales ni siquiera siguieron la vida militar, toda vez que las profesiones civiles les ofrecían puestos mejores pagados y con mayor posibilidad de ascensos.

Fundación de la Escuela Militar de Aspirantes: Solución ante la escasez de oficiales

Ante tal problemática fue que se ideó crear una institución de instrucción en la que se pudieran formar oficiales que ocuparan los puestos vacantes, y que garantizara la existencia de oficialidad suficiente para encuadrar a los elementos de tropa.

Así, la Escuela Militar de Aspirantes se creó mediante una iniciativa presentada por la Secretaría de Guerra a la Cámara de Diputados, misma que la aprobó mediante el decreto núm. 307 de 7 de diciembre de 1904, llevándose a cabo la inauguración el 25 de enero de 1905, con sede en la antigua fábrica de San Fernando, en Tlalpan, al sur de la ciudad de México.

Los civiles también podían aspirar a convertirse en oficiales pero pocos aguantan las penurias de la vida militar

Aunque cualquiera pensaría que solo los miembros del ejército podían aspirar a cursar los estudios en la Escuela Militar de Aspirantes, lo cierto fue que también los civiles tuvieron la oportunidad de convertirse en oficiales.

Esto se debió a que la urgencia por instruir oficiales fue tan grande que la Escuela Militar de Aspirantes aceptó incluso a civiles en sus aulas, aunque no con muy buenos resultados, pues existió entonces cierta apatía por parte de la juventud mexicana por el servicio en las armas nacionales.

Al respecto, Francisco Bulnes, un contemporáneo crítico del régimen llegó a decir que

… se inventó fundar la escuela de Aspirantes con el objeto de que formara subtenientes en seis meses. El plantel se llenó, sin dar los resultados que se esperaban; los oficiales, para no servir el tiempo obligatorio, cometían faltas o delitos, con objeto de ser separados del ejército, aun cuando fuera con la nota de indignos de pertenecer a la gloriosa institución.

Habiendo fracasado la escuela de Aspirantes, se apeló a buscar en la calle a la demi-mesocracia, o sea del medio pelo social. No se le ocurría al supremo gobierno elevar la posición económica del oficial, para atraer la juventud.

Aunque por lo general las afirmaciones de Bulnes resultan ser exageraciones, motivo por el que deben tomarse con pinzas todos sus dichos, en esta ocasión no parecía carecer de razón con respecto a sus ideas sobre la Escuela Militar de Aspirantes.

El director de ese instituto, al rendir su informe respectivo al año escolar de 1906 afirmó que:

Entre los jóvenes que de la vida civil ingresan a la Escuela, se nota desgraciadamente un espíritu poco inclinado a someterse a la disciplina y condiciones físicas no siempre satisfactorias, que les hacen difícil soportar las fatigas del servicio militar.

Entran muchos de ellos a la Escuela atraídos tal vez por el brillo del uniforme y pensando que van a tener una vida fácil y divertida, y al encontrarse sometidos a un régimen de estricta disciplina, a una vida de trabajo físico e intelectual, constantes, desmayan y piden su baja, muchas veces una o dos semanas después de estar en la Escuela.

Afirmaciones del mismo corte se repitieron el año siguiente, cuando el director volvió a quejarse de la poca resolución mostrada por los aspirantes de origen civil, quienes pedían sus bajas apenas unos días de haber entrado a la Escuela.

Fracaso de la Escuela Militar de Aspirantes

Esto sin duda afecto el objetivo esencial de la Escuela Militar de Aspirantes, que era la de preparar —con todo profesionalismo y seriedad— a la mayor cantidad de oficiales que fuese posible, dada la crónica escasez de ese importante elemento medio en la jerarquía del ejército.

De 150 estudiantes que podía permitirse admitir la Escuela de Aspirantes, al menos la mitad eran de corte civil, y el resto provenía del mismo ejército, algunos de ellos incluso de la Escuela de Tropa.

Esto quiere decir que el nivel de oficiales graduados por cada ciclo escolar no superaba los 80 elementos, cantidad del todo insuficiente para llenar la necesidad que tenía el ejército de mandos medios.

Puede pues, así, observarse cómo el objetivo de la creación de la Escuela Militar de Aspirantes fue loable y muy acertada para el problema que entonces se deseaba resolver. Sin embargo el error vino en admitir —por la urgencia de elevar el número de oficiales— a personas de origen civil que nada tenían que ver con los propósitos del ejército y que tan solo deseaba, según el director de la Escuela, darse brillo e importancia con el uniforme de militar.

Oficiales, pero ¿De qué ejército?

Vale la pena mencionar que aquellos que concluyeran su preparación en la Escuela Militar de Aspirantes, recibirían su despacho de subtenientes del arma que les corresponda en la milicia de auxiliares del ejército.

Hay que recordar que durante el Porfiriato (y previo a dicha etapa), existió el ejército permanente, así como el ejército auxiliar (la milicia auxiliar en muchos documentos oficiales), que tenía como objeto, tal como el nombre lo indica, de auxiliar al ejército permanente (federal).

No obstante, el ejército auxiliar tenía una peor reputación que el ejército permanente, por lo que es posible que esto jugara en contra del éxito de la Escuela Militar de Aspirantes, pues, ¿Quién querría ser subteniente de una institución sin realce ni notoriedad?

Con todo, es menester mencionar que el decreto que creó a la Escuela Militar de Aspirantes, también señalaba un beneficio sustancial para aquellos que se convirtiera en oficiales, pues se contemplaba que

si después de un año de servicios en este empleo (subtenientes del ejército auxiliar) comprobaren poseer espíritu militar y las demás cualidades indispensables en un buen oficial, se les expedirá despachos de subtenientes de su arma en el ejército permanente con la antigüedad con que se les hubiere expedido el despacho en la milicia de Auxiliares.

Decreto 307 de 7 de diciembre de 1904, sobre la creación de la Escuela Militar de Aspirantes

El decreto 307 de 7 de diciembre de 1904, creó formalmente a la Escuela Militar de Aspirantes. Dicho documento cuenta con 5 artículos y uno transitorio, que tienen como fin, justamente, normar la fundación de dicha institución, especificando que existirá un «reglamento especial que fijará los detalles de la organización y del servicio en el interior de la escuela».

Si deseas consultar y/o descargar dicho decreto, no tienes más que consultar el artículo correspondiente en la sección libros y documentos del Porfiriato, en el que además del decreto 307 que crea la Escuela Militar de Aspirantes, encontrarás otros libros y documentos de interés respecto al Porfiriato.

Galería fotográfica de la Escuela Militar de Aspirantes

Jefes y oficiales de la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato.
Grupos de jefes y oficiales de la Escuela Militar de Aspirantes
Oficiales instructores de la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Oficiales en instrucción en la Escuela Militar de Aspirantes
Clases de esgrima en la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Clase de esgrima en la Escuela Militar de Aspirantes
Fortificación en la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Detalle de fortificación – Escuela Militar de Aspirantes
Práctica de puentes en la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Práctica de puentes de los alumnos de la Escuela Militar de Aspirantes
Gimnasio en la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Gimnasio – Escuela Militar de Aspirantes
Baños en la Escuela Militar de Aspirantes del ejército federal del Porfiriato
Baños – Escuela Militar de Aspirantes

Preguntas frecuentes sobre la Escuela Militar de Aspirantes

¿Qué era la Escuela Militar de Aspirantes?

La Escuela Militar de Aspirantes fue una institución creada en 1905 para formar oficiales del ejército federal durante el Porfiriato en México.

¿Por qué se fundó la Escuela Militar de Aspirantes?

Se creó debido a la escasez de oficiales en el ejército porfiriano. La institución buscaba garantizar suficientes oficiales para encuadrar a los elementos de tropa.

¿Quiénes podían aspirar a convertirse en oficiales en esta escuela?

Aunque principalmente militares, también se aceptaron civiles. Sin embargo, muchos civiles no soportaban las penurias de la vida militar y abandonaban pronto.

¿A qué se debió el fracaso de la Escuela Militar de Aspirantes?

A pesar de su objetivo loable, el error fue admitir a personas de origen civil que no compartían los propósitos del ejército. El nivel de oficiales graduados no satisfacía la necesidad real.

¿De qué ejército provenían los oficiales graduados?

Los graduados recibían despachos de subtenientes del ejército auxiliar, que tenía como objetivo auxiliar al ejército permanente (federal).


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Luis Ignacio Sánchez Rojas

Candidato a doctor en historia por la UNAM. Ha abordado la política y las fuerzas armadas del siglo XIX y principios del XX, con especial énfasis en el Porfiriato. Entusiasta de la tecnología y los videojuegos.

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